Consejo 1: Qué hacer cuando un niño no quiere ir a la escuela
Consejo 1: Qué hacer cuando un niño no quiere ir a la escuela
¡Los años escolares son maravillosos! Es una pena que no todos los niños compartan esta creencia. Y si su hijo no quiere estudiar y va a la escuela a regañadientes, debe averiguar la razón de este comportamiento y ayudar al joven a rectificar la situación.
Instrucciones
1
Hable con el niño, descubra cuidadosamente¿Lo ofenden en la escuela? Pregunte acerca de su relación con sus compañeros de clase y maestros, si surgen situaciones de conflicto con ellos y con qué frecuencia sucede esto. Hable con el niño gentil y suavemente, tranquilícelo sobre su apoyo y ayuda.
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Si el conflicto realmente fue, habla con el maestro de la clase y aclara la situación. En casos graves, contacte al director de la escuela, incluso puede necesitar la ayuda de un psicólogo.
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A veces, un rendimiento deficiente puede asociarse consujeto específico Puede haber varias opciones: o el niño no está interesado en esta disciplina o no comprende las explicaciones del maestro. Piense, puede valer la pena invitar a un tutor para ayudar al alumno a aprender un tema difícil.
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Sucede que el niño es perezoso. Conduzca una conversación con él sobre su futuro. Explique que su buen estudio depende de su desarrollo general y de su futura admisión exitosa en la universidad. La educación y el conocimiento versátil ayudarán a hacer una buena carrera y a lograr mucho en la vida. Construya esta conversación en función de la edad del niño, lo principal es transmitir su esencia.
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Analiza la vida cotidiana de tu estudiante. Tal vez necesita un horario más claro del día. Alternar la ocupación con el descanso, observar la nutrición del bebé y no permitirle sentarse durante horas en la computadora y la televisión. Los deportes y los paseos al aire libre son simplemente necesarios para un estudiante moderno.
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Algunos niños necesitan un incentivo. Acuerde que si el trimestre finaliza exitosamente, le dará al niño un teléfono nuevo u otra cosa con la que ha estado soñando por tanto tiempo. Elogie a su hijo por sus logros académicos e incluso note sus pequeños logros. Manténgase al día con los fracasos e inspire nuevos logros. El niño debe saber que sus padres están preocupados por él y sinceramente se regocijan por su éxito. Esto servirá como una motivación adicional para el aprendizaje, porque los niños quieren que los padres se sientan orgullosos de ellos.
Consejo 2: Qué hacer cuando un niño no quiere estudiar
Nuestro conocimiento sobre la vida del niñoa menudo se basa en lo que escuchamos de él. Por supuesto, nos esforzamos por controlar cada esfera de la vida en la que gira, ya sea en la escuela o en el ocio, pero a veces el tiempo no es suficiente. Y para nosotros se convierte en una verdadera sorpresa que en algún momento bebé de repente no quiere aprender. Pero este no es el lugar para las emociones, la educación y la regulación de la vida del niño es un proceso largo y responsable, que debe enfocarse lo más cuidadosamente posible, y no dejarse en las emociones.
Instrucciones
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Antes que nada, necesitas descubrir el motivotal oportunidad. No puede hacer preguntas "en la frente", que puede asustar al niño para alejarlo de la posible sinceridad, si realmente tiene problemas. Espera el momento cuando bebé será el más ubicado para la conversación, quizás él lo inicie.
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Tan pronto como la conversación fluya lo suficienteconfianza, haga algunas preguntas principales sobre cómo son sus asuntos. Un pequeño empujón para que responda a sus preguntas, pero no presione demasiado, para que lo asuste. No aconsejes, pero no permanezcas indiferente, simpatiza con las palabras, hazle saber que lo entiendes.
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Como regla, las razones principales de la caída en el interésestudiar puede ser tanto malas actitudes o relaciones con los contemporáneos, como actitudes intensas o relaciones con los maestros debido al mal progreso. En el primer caso, debe ajustar psicológicamente al niño a la resolución normal de conflictos y, si es necesario, participar de tal manera que bebé no sabrá sobre su intervención.
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En el segundo caso, es necesario hablar conprofesor del niño y, si es necesario, contratar un tutor. A veces ocurre que debido a un progreso pobre, el niño crea un desequilibrio: quiere saber de repente todo, pero no quiere aprender. En este caso, vale la pena trabajar con él en un plan de acción concreto, en el que represente claramente lo que está haciendo en cada momento y de qué se trata su siguiente paso. No levante varios artículos al mismo tiempo; corre el riesgo de adelantar al niño.