¿Qué tipo de reacción puede tener un niño con DPT?
¿Qué tipo de reacción puede tener un niño con DPT?
La reacción del niño a DTP es normal. En el sitio de la inyección, muchos niños desarrollan densa y enrojecimiento. También es posible aumentar la temperatura corporal y el deterioro del bienestar.
Instrucciones
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DTP es una vacuna combinada contradifteria, tétanos y tos ferina. Y a pesar de que consiste en células inactivadas, es decir muertas de patógenos, sin embargo, el niño puede tener algunas reacciones indeseables a la vacunación DTP. El más común e inofensivo de estos es el enrojecimiento y la condensación en el sitio de la inyección de la jeringa. Un cono bastante grande puede aparecer hasta un diámetro de 7-8 centímetros. El enrojecimiento puede ser muy significativo. Además, son posibles sensaciones desagradables o dolorosas, que aumentan al tocar e inyectar el sitio de la inyección. Por lo general, la reacción local se manifiesta casi inmediatamente después de la introducción de la vacuna y persiste durante 3-5 días, después de lo cual desaparece gradualmente. Si el cono es demasiado grande y no dura mucho, debe consultar a su médico.
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Otra posible reacción en un niño a una vacunaDTP es un aumento en la temperatura corporal. Cualquier vacuna es una gran carga para el cuerpo. El sistema inmunitario se ve obligado a reconstruir y trabajar más activamente de lo habitual. Como resultado de tal actividad de las células inmunes, se observa un aumento en la temperatura. Si la reacción es débil, el aumento será insignificante. Con una reacción moderada, la temperatura puede alcanzar hasta 38ºC. Una reacción grave irá acompañada de un aumento de 39 o incluso 40 grados. A una temperatura tan alta, pueden aparecer síntomas como convulsiones o alucinaciones. En este caso, se requiere atención médica inmediata. Por lo general, el calor no dura más de 2-3 días.
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La reacción del organismo del niño con la vacuna DTP puedemanifiesto en el deterioro de la condición general. El niño será caprichoso, inquieto, quejumbroso o inquietante. Muchos niños esconden la pierna en la que se introdujo la vacuna. A menudo hay un deterioro en el apetito hasta una negativa total a comer. El niño también puede volverse sedentario, apático y somnoliento; se negará a jugar y caminar. En casos raros, ocurre diarrea, náuseas o vómitos.
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Las consecuencias severas son posibles. Por ejemplo, puede producirse una hinchazón aguda en el sitio de la inyección. Si un niño es alérgico a los componentes de la vacuna, puede aparecer una erupción. Además, el edema de Quincke es probable, o incluso shock anafiláctico. Tales signos de ansiedad generalmente aparecen ya en el primer día.